Problemáticas y Soluciones
Problemática que aborda el proyecto
Actualmente la disponibilidad de reproductores (machos y/o hembras) en el mercado chileno y regional, se basa solamente sobre información de pedigrí (origen racial, parentesco, etc.), estatus sanitario del predio de origen (Estatus de predio libre, etc.), y eventualmente una evaluación reproductiva veterinaria al momento de la venta, lo cual conlleva a la compra de reproductores (genética) sin información de desempeño productivo.
No existen disponibles comercialmente en la región las tecnologías requeridas para cerrar esta brecha de información, por alto costo de los equipos de ultrasonido, balanzas e infraestructura necesaria, ausencia de personal capacitado, y por no existir diferenciación en el mérito genético de los animales comercializados actualmente, esta son grandes barreras de entrada.
La oportunidad radica en que con este proyecto se baja el riesgo en el desarrollo de estos nuevos productos (Toros y vaquillas preñadas con información), se difunden las ventajas de contar con estas técnicas en los rebaños bovinos crianceros regionales y se hacen disponibles comercialmente estas técnicas en la región.
En el rebaño criancero bovino, se deben sacar del sistema en forma constante todos aquellos animales que no están desempeñándose según lo esperado, la ultrasonografía permite identificar estos animales en forma temprana y eficiente.
La utilización de esta técnica, de ultrasonido en tiempo real, para evaluar la calidad carnicera de reproductores (Machos y Hembras), ha permitido un avance muy importante en la selección de reproductores por Calidad de Carne y han disminuido los costos y los tiempos de Evaluación Genética para estas características, ya que no es necesario sacrificar al reproductor o sus hijos (prueba de progenie) para evaluar dicho potencial del reproductor, en calidad de carne. (Piccirillo, D. 2008).
Solución innovadora que aporta el proyecto
Poner a disposición del mercado de reproductores regional, animales con merito conocido basándose en técnicas de ultrasonido, así mismo poner a disposición de la ganadería regional estas técnicas de ganadería de precisión.
La generación de imágenes por ultrasonido de algunos tejidos y/u órganos de importancia en ciertos momentos de la vida del animal, así como del ciclo productivo en que se encuentran.
Con esta tecnología se pueden tomar decisiones precisas con respecto del desempeño de los reproductores (machos y hembras) del rebaño.
Estas son principalmente:- Diagnóstico de gestación temprana: 100 % de efectividad alrededor del día 25 a 28 de gestación en bovinos.
- Seguimiento del desarrollo embrionario: Detección de anormalidades o muerte fetal, aquí ocurre el sexado del embrión entre los días 58 y 65 de gestación. También se puede estimar la fecha de parto, de manera de poder anticipar manejos alimentación y/o sanitarios.
- Grasa de la grupa o P8 australiano: Medición precisa de las reservas energéticas del animal y p el porcentaje de cortes minoristas en animales magros, es expresado en milímetros y ajustado a los 18 meses, puede ser más útil que el espesor de grasa dorsal. Esta medida, tomada a lo largo de la cadera, es de suma importancia en sistemas pastoriles, donde algunos animales no han acumulado suficiente grasa dorsal.
- Selección de reproductores (Machos y hembras) por características carniceras: Esto es medir las características de la canal que son más transmisibles a la siguiente generación (heredabilidad), para el ganado criancero las que más interesan son el área del ojo del lomo (AOL), el espesor de grasa dorsal (EGD). Estas características sumadas a una evaluación de aptitud reproductiva permitirán ofrecer al mercado regional reproductores con datos de mérito genético y de aptitud reproductiva.
Revisión de postparto (Pre encaste): Establecimiento de la dinámica folicular y estado del útero. En esta forma, la ultrasonografía incrementa la capacidad del profesional para la evaluación de los órganos reproductivos alrededor del parto y su estado al momento del inicio del encaste, permitiendo “ordenar” la ciclicidad de las hembras para una pronta recuperación postparto, de manera de que vuelvan a estar fértiles lo antes posible. La vaca criancera debe estar preñada a los 80-85 días después del parto.